Hizo la tarea

En un desdibujado partido de Newell´s, la lepra superó a Midland por los 32avos de final de Copa Argentina.

Con un andar irregular y con un presente que no era el esperado por el inicio de la Copa de la Liga, Newells debutaba en la Copa Argentina, intentando no hacer un papelón como el año pasado (perdió frente a Claypole en 32avos de final).

Los dirigidos por Larriera saltaban a la cancha con una formación innovadora, un 4-1-3-2, con Fernandez Cedrés como único cinco de marca, más adelante Aguirre-Banega (volvía a jugar porque está expulsado en la Copa de la Liga)-González, y arriba la dupla de delanteros uruguayos, May-Ramírez. Con este panorama, a los 6 minutos, tras un desborde de Aguirre, la pelota pegaba en la mano de un jugador de Midland y el árbitro Lobo Medina, cobraba penal. Ever Banega se hacía cargo, definía al medio, pero el arquero Leguiza, estirando su pie derecho, contenía el remate y mantenía con vida a su equipo. No paso mucho mas en el primer tiempo, solo un gol anulado a Midland (era falta contra Hoyos del delantero Sánchez) y una salvada de Frattini ante una definición de Francisco González que era el primer gol del encuentro. Hasta que a los 47 de la primera parte, el lateral derecho de Midland, Meza, se iba expulsado por doble amarilla.

Comenzaba la segunda parte y Larriera metía uno de los primeros cambios que torcería el encuentro. Entraba Misael Jaime para reemplazar a Aguirre, y a los once minutos de la segunda mitad, entraría quien convertiría los goles de la victoria, Esteban Fernández, reemplazando a Guillermo May. Tan solo cuatro minutos bastaron para que Fernández convirtiera el primero, porque tras un error del defensor Gamarra, le quedó al “Colo” Ramírez que gambeteó a su marca, fue hasta el fondo y sacó el centro para Esteban Fernández anticipara al defensor y ante la mala salida del arquero, ponga el 1-0. Newells respiraba, se aliviaba luego de encontrar la ventaja y encima tenía un jugador más. Después de eso, los dirigidos por Larriera mantenían la posesión de la pelota, buscando que pasaran los minutos y que su rival no tuviera el balón. Todo eso sucedía y hasta que a los 38 del complemento, llegó el segundo. Un desborde de Misael Jaime, un centro para que Esteban Fernández entre como una tromba y de